La Red Nacional de Solidaridad con Cuba (NNOC) en EEUU denuncia la nueva agresión del gobierno de Donald Trump de aumentar las sanciones contra Cuba. Las nuevas medidas prohíben la importación de ron y cigarros y aumenta la lista de hoteles donde los estadounidenses no pueden alojarse.
Estas restricciones son una continuación de la prohibición de los viajes en cruceros de 2019 de la administración Trump y eliminan la mayoría de los viajes educativos y culturales.
Pero el impacto mayor y más problemático es la prohibición a las “personas sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos” de asistir a reuniones y conferencias profesionales en Cuba. Además, las licencias generales que permiten la participación en espectáculos culturales, eventos científicos, competiciones atléticas y de otro tipo están ahora prohibidas.
Aunque estas medidas están supuestamente dirigidas a perjudicar económicamente a los cubanos, niegan los derechos de los ciudadanos estadounidenses a viajar, estudiar e interactuar con el pueblo cubano tanto a nivel académico como personal. Las implicaciones de esto son mucho mayores que los gestos de campaña del año electoral. Al prohibir la participación de ciudadanos estadounidenses en conferencias y reuniones con sus homólogos cubanos, se pone en peligro la investigación y colaboración científica y académica.
Por ejemplo, los avances médicos de Cuba en el tratamiento del Covid-19 son bien conocidos internacionalmente y los ciudadanos de los Estados Unidos podrían beneficiarse enormemente si tuvieran acceso a las drogas, protocolos de atención médica y los tratamientos cubanos.
Los miembros de la Brigada Henry Reeve de Cuba están prestando atención médica en más de dos docenas de países y empleando tratamientos eficaces que no están disponibles en los Estados Unidos debido únicamente a la política de hostilidad del gobierno de Trump.
Ahora mismo, en el 15º aniversario de la Brigada Henry Reeve, es importante recordar que Cuba ofreció su experiencia en medio de una crisis médica en los Estados Unidos durante el huracán Katrina, y que este ofrecimiento humanitario, que desde entonces ha sido recibida con gratitud en todo el mundo, fue rechazada por los Estados Unidos.
La comparación entre las muertes por Covid-19 de EE.UU. y Cuba es impresionante y alarmante. Los EE.UU. tienen más de 7 millones de casos y más de 200.000 muertes; una tasa de 610 por millón. La tasa de mortalidad de Cuba es de 10 por millón. ¿Cuántas personas en los Estados Unidos están al tanto de esto? Necesitamos considerar cuántas personas podrían beneficiarse potencialmente del acceso a las medicinas, tratamientos y enfoque del sistema de salud cubano para salvar sus vidas y prevenir nuevos contagios.
Estas regulaciones harán aún más difícil para los estadounidenses aprender de primera mano sobre Cuba, conocer a un pueblo al que solo le separan 90 millas y que vive en paz, a pesar de que EEUU impide su desarrollo y provoca grandes sufrimientos a la población por el impacto del bloqueo que aplica sin piedad hace seis décadas; ver los logros de la Revolución cubana en salud, cultura y educación; experimentar una sociedad centrada en las necesidades humanas; tan diferente de la realidad de los Estados Unidos.
Estas nuevas sanciones son mucho más que la arbitraria decisión de hoteles, ron y cigarros, se trata de coartar la libertad de los estadounidenses y arrogarse el gobierno el derecho de prohibirnos los viajes a un país cercano, seguro y lleno de amor, decide donde deberíamos alojarnos y qué y cuánto deberíamos comprar. Se trata de negar el derecho a intercambiar ideas, a la educación, intercambio y conocimiento mutuo y a expresar solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de Cuba.
La política de EE.UU. hacia Cuba ha fracasado durante 60 años. Cuba ha rechazado durante seis décadas la hostilidad política de los Estados Unidos defendiendo siempre sus principios y abierta al diálogo en condiciones de respeto e igualdad.
La Red NNOC tiene una historia de 30 años de solidaridad y vínculos de hermandad con Cuba que ninguna administración podrá destruir. Nuestro apoyo al derecho de Cuba a su soberanía, a su pleno desarrollo ha sido y será invariable. Continuaremos esta solidaridad, seguiremos visitando Cuba, seguiremos estableciendo lazos de amistad, seguiremos aprendiendo y educando a nuestros amigos en el ejemplo del pueblo cubano, y seguiremos más que nunca exigiendo el fin del bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU hacia Cuba. |